Las enfermedades cardiovasculares son los diferentes trastornos que involucran el corazón y los vasos sanguíneos. Estos son la primera causa de muerte o invalidez en los países desarrollados y en varios países en vías del desarrollo, como Colombia. Si bien algunas de estas están determinadas por causas genéticas o biológicas que no podemos controlar, otras son causadas por factores de riesgo que sí podríamos modificar con nuestro estilo de vida.
Las causas más importantes, según la Organización Mundial de la Salud, son:
- Alimentación inadecuada: excesiva en calorías, elevada en sodio, azúcar y grasas poco saludables y baja en nutrientes protectores como fibra, vitaminas, minerales, entre otros.
- Sedentarismo
- Consumo de tabaco y de bebidas alcohólicas
- Estrés
La exposición prologada a estos factores puede manifestarse en forma de: hipertensión arterial, hiperglucemia (diabetes o prediabetes), hiperlipidemia (alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos) y sobrepeso u obesidad. Estas son condiciones de enfermedad que requieren tanto una detección temprana, así como un manejo integral e interdisciplinario, para evitar progresión y complicaciones.
Tanto desde el enfoque preventivo como curativo, la dieta tiene un papel fundamental en el abordaje de estas patologías. Existen nutrientes claves que debemos consumir con moderación y otros que en cambio deberíamos consumir en mayor cantidad, así como hábitos de nuestro estilo de vida que podrían convertirse en factores protectores frente a este tipo de enfermedades. Estos nutrientes podríamos dividirlos en saludables y poco saludables para la salud cardiovascular, así:
Nutrientes poco saludables
- Sodio excesivo.
- Grasas poco saludables: saturadas y trans.
- Azúcar.
Nutrientes saludables
- Grasas saludables: monoinsaturadas y poliinsaturadas.
- Fibra.
- Vitaminas y minerales (excepto el sodio)
Camila Henao
Nutricionista Dietista
Universidad de Antioquia