10 consejos para aumentar naturalmente tus defensas y prevenir enfermedades
El sistema inmune es un mundo complejo que está altamente influenciado por nuestro estilo de vida y puede verse beneficiado con ciertos hábitos saludables.
A continuación te contamos algunos de ellos, para que los hagas parte de tu día a día:
- Asegura un buen consumo de vitamina E, vitamina A (como Betacaroteno) y vitamina C; todas ellas tienen efecto antioxidante, estimulan el buen funcionamiento del sistema inmune y ayudan a prevenir diferentes enfermedades, sobre todo de tipo infeccioso.
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Si realizas actividad física, asegúrate de consumir una dosis extra de vitamina C, pues el ejercicio aunque es saludable y trae grandes beneficios para la salud, hace que se requieran más antioxidantes en comparación con personas sedentarias.
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El hierro, el zinc, el cobre y el selenio son minerales necesarios para un funcionamiento adecuado del sistema inmunitario y son fundamentales para una correcta protección frente a las infecciones. Asegúrate de consumirlos en adecuada cantidad.
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Realiza actividad física regularmente, siempre guiado por un profesional en el tema, capaz de diseñar una rutina especial para ti y tus necesidades.
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Consume diariamente al menos 5 porciones entre frutas y verduras frescas. Estas son ricas en vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes que refuerzan naturalmente tus defensas. Procura consumir frutas de diferentes colores, pues los antioxidantes de estas varían de acuerdo a sus pigmentos así, si consumes frutas y verduras de diferentes colores, estarás consumiendo mayor variedad de nutrientes y antioxidantes.
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Evita realizar dietas demasiado restringidas en calorías por tiempos prolongados. Las personas alimentadas deficientemente tienden a tener un pobre funcionamiento de su sistema inmune. Evita a toda costa realizar dietas de moda. Asesórate siempre por un profesional.
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Mantén un peso adecuado, evitando los excesos en este. La obesidad es una condición donde hay un exceso de peso marcado a expensas de la grasa; en esta condición los niveles de inflamación y riesgo de infección se aumentan, predisponiendo a enfermedades tanto agudas como crónicas.
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Controla el consumo de grasas, prefiere aquellas que vienen en pescados de mar, frutos secos, aguacate, semillas como la chía, la soya y la linaza, así como aceites de oliva, soya y canola. Asegúrate que no te falte una buena dosis de omega 3 a la semana. No olvides que las grasas, sin importar su fuente aportan gran cantidad de calorías, por lo tanto se deben consumir porciones moderadas.
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Consume con frecuencia alimentos fermentados como el yogurt o alimentos con probióticos, estos ayudan a que tu sistema de defensas trabaje mejor.
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Consume una adecuada cantidad de zinc; este nutriente, ayuda a incrementar las defensas previniendo así enfermedades de tipo infeccioso.
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Te recomendamos que para poder cubrir todos los requerimientos de los nutrientes ya mencionados lleves una alimentación variada, suficiente y equilibrada. En caso de no consumir suficientes alimentos que contengan los nutrientes mencionados, puedes optar por la suplementación específica de estos, asesorado siempre por un profesional en nutrición.
Por: Camila Henao Uribe
Nutricionista Dietista– Laboratorios Funat