Nuestro cuerpo necesita del colesterol para funcionar bien, pues gracias a él se producen gran parte de las hormonas, como las tiroideas, las sexuales y las glándulas suprarrenales. Sin embargo, si se tiene demasiado colesterol en sangre, sobre todo, el LDL o “colesterol malo”, esto puede poner en riesgo la salud cardiovascular, pues este tipo de grasa puede pegarse a las paredes de las arterias, estrechándolas e incluso bloqueándolas.
Tipos de colesterol
Existen dos tipos de colesterol que todos conocemos: el HDL o “colesterol bueno”, que se encarga de transportar el colesterol de otras partes del cuerpo hacia el hígado para que ahí sea destruido y eliminado; y el LDL o “colesterol malo” que transporta este tipo de grasas desde el hígado y el intestino a los tejidos, células, vasos sanguíneos, corazón, cerebro, entre otros órganos, lo que puede provocar enfermedades coronarias y deterioro de la salud.
¿Qué es bueno para el colesterol?
Hay algunas medidas que podemos tomar para disminuir el colesterol malo y subir el bueno, entre las que se encuentran el consumo de ciertos alimentos para bajar el colesterol, un estilo de vida saludable y la práctica de actividad física de forma regular.
Por ejemplo:
Reduce las grasas saturadas presentes en carnes rojas o productos lácteos enteros, reemplazando la leche de vaca por bebidas vegetales como de almendra o coco.
Elimina las grasas trans o los alimentos que incluyan aceite vegetal parcialmente hidrogenado.
Aumenta el consumo de fibra soluble (psyllium, avena, frijoles, coles de Bruselas, manzanas y peras).
Consume proteína de suero de leche (Whey Protein): reduce el colesterol LDL, colesterol total y la presión arterial.
Realiza actividad física de forma regular.
Disminuye el consumo de harinas refinadas o lo que llamamos carbohidratos simples, ya que esto tiene la capacidad de convertirse en grasas malas como los triglicéridos.
Suspende hábitos como el cigarrillo o el consumo excesivo de alcohol.
Cambia las grasas saturadas por las poli o monoinsaturadas como frutos secos: almendras, maní, nueces; aumenta el consumo de pescados como el atún; aguacates y aceites de semillas)
Por: Vanesa Villa – Analista de Contenidos, Laboratorios Funat.
Revisado por: Equipo Nutricionistas dietistas – Especialistas de línea Laboratorios Funat.